martes, 11 de enero de 2011

Pequeño Nicolás_3

CAPÍTULO 16 Lo pasamos bomba
Ese día por la tarde, al ir a la escuela Nicolás se encontró con Alcestes.
Alcestes convenció a Nicolás de que hicieran novillos y se fueron a toda pastilla en dirección contraria a la escuela pero Alcestes como es muy gordo hacia “puf, puf” y al rato se paró.
Nicolás le animo diciéndole que se quedarían sin postre y que en el colegio solo les darían pan y agua.
Después de pasar por el escaparate de la mantequería se pararon y Alcestes se comió unas galletas que llevaba en el bolsillo y vieron aparte de migas que es lo que llevaban en los bolsillos: canicas, cordeles y dos gomas.
Decidieron ir al cine pero como no tenían dinero se fueron al solar mientras Alcestes se comía su bocadillo de queso.
Allí tiraron piedras a cada lata que veían para derribarla pero pronto se cansaron y se quedaron sentados sin hacer nada. Entonces Nicolás dijo que ahora debían de estar en el recreo y empezó a llorar. Alcestes le pregunto por que lloraba y entonces Nicolás dijo que era culpa de Alcestes que no hubiese ido al colegio y se pelearon. Al terminar de pelearse empezó a llover.
Se fueron al escaparate del relojero y esperaron allí a la hora de volver a casa.Al llegar Nicolás a su casa su madre le dijo que estaba pálido y que mañana podría no ir al colegio pero Nicolás se negó porque mañana les contaría a sus compañeros lo bien que lo había pasado.

CAPÍTULO 17 Me trato con Agnan
Nicolás fue obligado por su madre a ir a la casa de Agnan. Cuando llegaron tenían los dos pintas de payaso. Merendaron y se fueron a jugar. Agnan dijo que podían jugar a problemas con bañera que se llenan y vacían a la vez, lo que le dió la idea a Nicolás de jugar a los barquitos, pero Agnan no tenía por lo que hicieron unos de papel. Cuando se aburrieron, fueron a la habitación de Agnan, en la que había un globo terráqueo de metal. Nicolás volvió a tener una idea, jugar a pasarse el globo, pero la idea fracasó cuando rompieron un espejo. Entonces jugaron a un juego de química, en el que se echaban polvitos y líquidos y se formaban otros de diferentes colores. Nicolás tuvo otra idea, mezclar todo a la vez. Lo hicieron, pero lo único que consiguieron hacer fue un humo negro, que olía mal y lo manchaba todo. Como le había manchado las gafas y por eso no veía, se puso a gritar, subió su madre y los lavó, enfadada y Agnan llamó a la madre de Nicolás para que fuera a buscarlo y la madre de Agnan dijo que Nicolás no trate con Agnan.

CAPÍTULO 18 Al señor Bordenave no le gusta el sol.
Al señor Bordenave no le gusta el sol
El señor Bordernave es muy raro no le gusta el buen tiempo. Yo prefiero el sol que la lluvia aunque la lluvia también es muy divertida pero con la lluvia no podemos salir al patio a jugar. Hoy a hecho un buen día y queríamos jugar a los ladrones y policías, al fútbol teníamos muchas ganas por que hacia tres días que no salíamos al patio. Pero como no nos decidíamos empezaron a pelearse y el señor Bordenave los separo y los castigo en la pared. A Alcestes te le callo el bocadillo porque le empujaron y se enfado. Eudes y Rufo se enfadaron por las canicas y los mando castigados a los dos pero Alcestes seguía quejándose de que le faltaba un bocadillo. Pero de repente le dio una pelota en la cabeza había sido Nicolás sin querer ser chivo Agnan que se puso a llorar por que Godofredo le empujo. El señor Bordenave le llevo a enfermería y cuando volvieron toco la campana pero se resbalo con el bocadillo de Alcestes y para nosotros fue un recreo formidable.

CAPÍTULO 19 Me voy de casa

Estoy harto de que me castiguen sin motivo. El otro día cogí mi dinero y chocolate lo guardé en una bolsa y me fui. Pensé que al volver dentro de mucho tiempo seré rico y se arrepentirán de haberme regañado. Después de andar mucho me comí el chocolate y descansé un poco. Luego me encontré a Alcestes y le pedí que viniera con migo pero hoy su madre le hacía una comida que le gustaba. Andando se me ocurrió una idea:
Tengo que irme lejos con un vehículo pero con mi dinero no llegaba así que me compré un pastel. Luego le pedí a Majencio su bici pero a el no le gusta compartir si no es por dinero. Ya por la noche tenía hambre y me fui a casa porque mamá preparaba pastel.
Al llegar a casa mamá me castigó sin postre.
¡Mañana me voy de casa seguro!

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